miércoles, 19 de diciembre de 2007

SOLSTICIO DE INVIERNO: LA OSCURIDAD NOS LLEVA A LA LUZ


En la tradición griega, la referencia a los Solsticios es llamada Puerta de los Hombres y Puerta de los Dioses. Se podría decir insertado por los pitagóricos en Grecia, pero la duda histórica existe, también la fiesta solsticial está presente en Homero, en los Babilonios y al principio, en los Sumerios quienes fueron los primitivos observadores de las constelaciones. Pensando sólo algunos instantes en aquel primer ser humano que se sostuvo con lo único fijo con lo que podía contar, el cielo, las estrellas, admitiremos que su devenir, que no puedo llamarlo tiempo, se corresponde con la hechura natural. Las fiestas Solsticiales, entonces, corresponden a la naturaleza toda, emanan de la Tradición Primordial. Haciéndome eco de lo más cercano a nuestra época, a pesar de haber transcurrido más de 2.300 años, la civilización romana sostuvo en el Dios Jano representado con dos caras, a su símbolo del ciclo temporal. En una lleva en su cabeza una corona y en sus manos un cetro y en la otra una llave. Por un lado es Rey, y por el otro con la llave, abre y cierra las épocas, también guarda los secretos eternos, dándole a la perdida humanidad los misterios de la vida. Es una correlación con el fuego sagrado robado por Prometeo para los Humanos, en la Mitología griega. También, con las dos caras, Jano representa el futuro y el pasado, pero la faz real es la que no se ve, que es constante, el eterno presente, que de tan rápido que pasa se corresponde con el pasado y el futuro, pero si la conciencia impera de ese eterno instante retirando de la mente cualquier manifestación transitoria, podré darme cuenta que vivo realmente en él, todo es presente. El Real presente. ¡ Feliz Yule!